A las personas con autismo hay que enseñarles habilidades para la interacción social durante toda la vida. Es necesario poner énfasis en ciertas habilidades sociales y crear objetivos específicos y estrategias especiales para implementarlos.

No enseñar habilidades para la interacción social es olvidarse de una parte principal de las incapacidades de las personas con autismo .

Muchos de sus esfuerzos para integrarse parecen ser conducta no apropiada. Sus esfuerzos para interpretar las señales sociales de otros con frecuencia llevan a la confusión.

Una persona con autismo no suele poder aprender interacciones sociales apropiadas sin instrucciones especiales.

No enseñarle las habilidades sociales necesarias para la interacción es aumentar la posibilidad de que se quede aislada, rechazada y deprimida.

Algunos ejemplos de comportamiento social en que los niños con autismo requieren ayuda para aprender y aplicar en muchas situaciones cotidianas son los siguientes:




Esperar: Esperar la llegada del autobús, esperar en la fila de un comercio, esperar la respuesta de alguien, esperar a que ocurra algo o que comiencen las actividades del grupo, esperar ayuda con un problema.







Callarse: Poder mantenerse callado cuando trabaja, cuando otros están hablando, cuando otros están callados; hablar de un modo reservado o con un tono apropiado a la situación.






Dejar una actividad a una hora específica sin haberla terminado: por ejemplo, un juego en la computadora, una actividad artística, una hoja en el cuaderno escolar, o la recogida de la mesa, la devolución de las cosas a su lugar, el arreglo de las sillas.







Terminar: Terminar de comer o de almorzar, terminar un trabajo escrito, terminar de fregar el suelo, de vestirse, de ver una película o un partido de béisbol.









Ser flexible: El lavaplatos está roto, así que tenemos que lavar los platos a mano; la piscina está cerrada esta noche; el maestro está enfermo; el coche no arranca; la camisa azul está por lavar; Mamá insiste en que todos sigan las reglas, siempre.







Iniciando: Acercarse a otros, pedir algo, tomar parte de un juego, saludar, irse cuando está frustrado.









Negociar: ¿Adónde ir a comer? ¿qué ropa poner ? ¿qué programa de televisión mirar? ¿cuándo hacer una actividad?




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EJERCICIOS DE PSICOMOTRICIDAD

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¿QUÉ SON Y CÓMO REALIZARLOS?

La psicomotricidad se refiere al control del propio cuerpo, bien al control de piernas, brazos, cabeza y tronco (psicomotricidad gruesa) o al control de manos y dedos (psicomotricidad fina).

La psicomotricidad está muy relacionada con el nivel de maduración del niño. Pero en ocasiones es necesario ejercitarla para que se desarrolle.

Estos ejercicios están pensados para niños que necesitan estimular o ejercitar su psicomotricidad y pueden ser realizados por los padres.

Para realizarlos, se deben cumplir dos normas básicas:


1º. SEGURIDAD:

Que los ejercicios no supongan un peligro para el niño, por ejemplo, un niño que anda con mucha dificultad, puede ser peligroso que baje escaleras sólo.

Transmitirle seguridad cuando haga los ejercicios: a veces, demasiada protección transmite inseguridad.


2º. GRADUAL:

De más ayuda de los padres, a menos ayuda; y de menos dificultad a mayor dificultad. Por ejemplo, si hacemos el ejercicio de recibir objetos: le lanzaremos la pelota muy próximos y poco a poco nos iremos alejando más. O le ayudamos a bajar escalones cogidos de la mano y poco a poco lo vamos soltando.
Debemos plantear los ejercicios como un juego, en el que pueden participar también los hermanos.

Las sesiones deberían ser diarias, durante 15 minutos de tiempo como mínimo.


EJERCICIOS DE PSICOMOTRICIDAD FINA

Adivinar objetos con los ojos tapados, solo con el tacto.

Apretar con fuerza una pelotita en la mano.

Reproducir construcciones realizadas con bloques.

Abrir y cerrar tarros o botellas.

Modelar con arcilla o con plastilina.

Meter cuentas en una cuerda o cinta.

Pasar páginas de un libro, una a una.

Trocear papeles: cada vez más pequeños.

Hacer bolitas de papel o de plastilina.

Aplastar bolitas de papel o de plastilina.

Pulsar teclas con todos los dedos.

Adivinar qué dedos te toco: con los ojos tapados, pasamos un lápiz por un dedo y adivina cuál es.

Luego por dos dedos y así en aumento.

Recoger objetos pequeños (botones, fichas, garbanzos) con los dedos guardándolos en la mano.

Dibujar en una hoja una especie de carretera y cortar con las tijeras por el centro.

Recortar con tijeras.

Pasar un lápiz con una cinta atada por agujeros hechos en cartón, como si estuviera cosiendo.

Colorear: con pintura de dedos, con ceras, rotuladores gruesos o con lápices si es capaz.

Dibujar figuras uniendo puntos marcados.


EJERCICIOS DE PSICOMOTRICIDAD GRUESA

COORDINACIÓN DE PIES

Subir escaleras: sujeto a la baranda y luego suelto.

Bajar escaleras: sujeto a la baranda y luego suelto.

Andar de puntillas.

Saltar con los dos pies, cayendo en el mismo lugar.

Andar sobre una línea recta manteniendo el equilibrio: se puede pintar con tiza un camino haciéndolo cada vez más sinuoso y estrecho.

Caminar marcha atrás manteniendo el equilibrio.

Andar sobre un bordillo manteniendo el equilibrio.

Saltar a la cuerda.

Andar por baldosas de dos colores (en damero) pisando sólo un color.

Sostenerse sobre el pie derecho manteniendo el equilibrio. Después sobre el izquierdo.

Pasar un “circuito”, realizado en el que hay que andar, saltar, pasar a gatas, dar una voltereta...


COORDINACIÓN DE BRAZOS

Botar una pelota.

Lanzar un objeto (una pelota) a otro: con las dos manos y luego con una mano(derecha e izquierda).


Recibir un objeto (una pelota, una bolsa de tela) con las dos manos y luego con una mano (derecha e izquierda).

Jugar a hacer blanco sobre objetos con una pelota o bolsa de tela; por ejemplo,jugar a los bolos.

OTROS JUEGOS


Casi todos los juegos al aire libre.

Deportes en equipo o individuales: bici, patinete, raquetas...

Juegos tradicionales.
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Sugerencias para desarrollar las conductas motrices básicas

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De Mireya Saavedra Riquelme, Psicopedagoga.

1- Ejercicios de coordinación dinámica general



• Marcha con:
Variación del trayecto (línea recta, círculo, zigzag).
Variación de la dirección (hacia adelante, hacia atrás).
Variación en el apoyo (punta de pies, con los talones, con los dedos en garra, borde externo de los pies, etc.)
Variación del soporte (sobre el suelo, sobre un listón).
Variación de la longitud de los pasos (cortos, largos).

• Carrera:
Correr variando direcciones, trayecto, velocidad.
Correr pisando entre objetos y pisando sobre objetos.

• Salto
Saltar en el suelo: caer con los pies juntos, hacia adelante, hacia atrás, con los pies separados.
Saltar sobre un bloque de madera, de rodillas sobre éste, apoyando las manos.
Saltar a pies juntos: agachado sobre éste, apoyando las manos.
Saltar a pies juntos: de pie sobre éste, hacia delante y atrás, hacia los lados.

• Gatear y arrastrarse:
Apoyando los codos, sobre el vientre, empujándose con los pies.


2- Ejercicios de equilibrio. Son parte indispensable de la coordinación global, tanto dinámica como estática.











• Equilibrio estático.
Equilibrio con apoyo como ejercicios preparatorios ( barra, silla, pared, compañero): tomar posición con apoyo y soltar el punto de apoyo y mantener elequilibrio.

• Equilibrio dinámico:
Marcha y carrera en punta de pies, elevando una rodilla, etc.
Introducción del freno en los desplazamientos (detenerse bruscamente).
Ejercicios sobre objetos elevados ( marcha sobre listón).
Suspensión del control visual (ojos cerrados).

Equilibrio sin apoyo: sobre la punta de los pies aumentando paulatinamente la elevación, equilibrio sobre un pie aumentando progresivamente la elevación, etc.

Los juegos infantiles que facilitan el desarrollo de la conciencia del cuerpo, las coordinaciones y el equilibrio. Ej.: saltar al cordel, jugar a la lucha, jugar a la pelota, etc

3- Ejercicios de coordinación visomanual.

En la realización de estos ejercicios considerar:
Material: pelotas de grandes a pequeñas de livianas a pesadas.
Distancia: de cerca, de lejos.
Trayectoria. rebotando, curva, directa.

• Ejercicios de recepción:
Educación de la mirada: Seguir con la vista el desplazamiento de la pelota: trayecto vertical, tra-yecto lateral. Usando al principio un globo grande y de colores vivos para pasar a pelota, liviana grande de plástico.




Asociar la vista con los ejercicios de recepción: recibir con las dos manos globo o pelota que viene de frente, que cae verticalmente, etc. (usar de globo a pelota liviana grande: de cerca, luego de lejos ).

Ejercicios de inhibición motriz: recepción de la pelota tras rebote; observar rebote de la pelota, imitar con la mano los desplazamientos, graficarlos.
Soltar la pelota y recibirla con ambas manos.
Tirar la pelota contra el suelo: 1 - 2 - 3 rebotes y recibirla con las dos manos.

• Educación de las sensaciones táctiles y kinestésicas.
Manos y brazos : usando pelotas livianas, luego pelotas grandes, de cerca, de lejos. Aprendiendo a colocar brazos y manos y recibiendo la pelota sólo con las manos sin que toque brazos ni cuerpo.

Disminución del tiempo de reacción. Sin moverse del puesto, pasar la pelota que viene rodando a otro niño, primero lentamente, luego más rápido; de frente, por la derecha, por la izquierda.

Recepción del equilibrio sobre un taco u otro objeto realizando ejercicios de recibir la pelota.

Coordinación fina usando pelotas más chicas soltando la pelota, rebotando y recibiendo, primero con las dos manos y luego con una mano.

• Ejercicios de lanzamiento.

Educación de la noción de esfuerzo:
Ejercicios de rodar la pelota por una línea trazada y en una dirección determinada.

Educación de la noción de esfuerzo: Lanzar con las dos manos primero pelota liviana de tamaño normal, fuego grande;con brazos extendidos, por bajo, por alto.

Educación de la noción de esfuerzo: Con brazos flexionados a la altura del pecho: hacia el frente, hacia arriba, sobre un obstáculo. Ej: un cordel o una red, como obstáculo.

• Adaptación del esfuerzo muscular.

Empezar lanzando con las dos manos (pelota liviana y grande), para llegar a lanzar con una sola mano (pelotas pequeñas), dosificando altura y distancia.

Adaptación del esfuerzo muscular: Lanzar y recibir por parejas frente a frente pelotas livianas y pesadas, con las dos manos, luego con una.

Adaptación del esfuerzo muscular: Lanzar y recibir por pareja, con pelotas pequeñas, de cerca y progresivamente más lejos, con dos manos y con una mano.

Adaptación del esfuerzo muscular: Golpear, rebotar en el suelo, recibir (pelotas grandes a pequeñas) con dos manos, con una mano.

Adaptación del esfuerzo muscular: Golpear contra la pared pelotas grandes a pequeñas; con dos manos, con una mano, más lejos, más cerca.

Adaptación del esfuerzo muscular: Pelotear al aire (son ejercicios de coordinación más fina) lanzar verticalmente al aire, luego recibir cada vez más alto, con dos manos, con una mano, en el puesto y caminando.

Adaptación del esfuerzo muscular: Lanzar y recibir adaptándose al espacio (pelota grande liviana a pequeña); lanzar y recibir pelota andando y corriendo de frente, tiros laterales, etc.

Cuando se trabajan los ejercicios de lanzar recibir con una mano, se deben considerar tanto la derecha como la izquierda.
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Las 10 mejores cosas que aprendí de mi hijo con autismo

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Escrito por Karen Scandariato, madre de un hijo con autismo.

1. Obtenga Información a Su Propio Ritmo.

La primera reacción después de que a mi hijo se le hizo el diagnóstico fue lanzarme a leer todo lo humanamente posible sobre el tema del autismo. Leí una docena de libros y visité sitios web personales, reuniendo tanta información como pudiera en un período de tiempo muy corto, sólo para sentirme completamente deprimida y abrumada.

En retrospectiva, la mayor parte de lo que leí en esas primeras semanas no fue útil. Leer novelas acerca del autismo escritas por profesionales me atemorizó y se referían a características que mi hijo podría no manifestar nunca.

Todas estas lecturas me ayudaron a comprender que el autismo es un espectro de trastornos y que por lo tanto mi hijo podría no manifestar ahora o nunca las mismas características de otro niño con autismo.

2. Encuentre a Su Hijo Donde Ellos Están.

A veces los niños con autismo se pueden concentrar en objetos o jugar con cosas en una manera inusual. Mi hijo acostumbraba concentrarse en un tema, por ejemplo en Winnie Pooh.

Tenía que tener todo lo relacionado con Pooh: vídeos Pooh, ropa Pooh, juguetes Pooh. Luché con ello largo tiempo hasta que descubrí que mi hijo me estaba mostrando un camino hacia su propio mundo.

Utilizando a Winnie Pooh como guía, pude hacer que mi hijo probara la miel, permaneciera atento a un pequeño acto de marionetas que representé con sus juguetes de peluche Pooh, y que escuchara mientras yo leía acerca de los demás personajes Pooh.

Cada día podía avanzar un poco más, introduciendo cosas a través de los personajes: comer zanahoria y cuidar el jardín con Rabbit, sentir tristeza con Eeyore, hacer amigos con Piglet, y brincar en el cuarto como Tigger.

Hubo muchas buenas lecciones para aprender de Pooh. Al reunirme con mi hijo alrededor de sus intereses pude enseñarle diversas habilidades nuevas. Observe lo que su hijo/a quiere hacer, encuéntrelo/a allí, y luego amplíe las posibilidades.

3. Interceda Desde Sus Propias Fortalezas Personales.

Asistí a muchos encuentros, tales como Escribir los Planes de Educación Individual de su Propio Hijo o Escribir a Funcionarios del Gobierno para contribuir a obtener servicios para mi hijo.

En estos encuentros encontré útiles consejos prácticos y la motivación para comprometerme más con políticas escolares o públicas relacionadas con el autismo. Es cierto que no todas las personas son escritores. Lo que aprendí es que es mucho más efectivo interceder desde las propias fortalezas personales.

Siga los dictados de su corazón e interceda por su hijo de la manera que lo haga sentir más confortable. Cada quien es bueno para algo, y no existe una manera correcta de interceder por su hijo.

¿Es usted una persona hábil con el teléfono? ¿Tiene usted inclinaciones artísticas? ¿Tiene buenas capacidades de organización? Encuentre una manera para maximizar sus talentos personales.

4. Construya Su Propia Red de Apoyo.

Probablemente la cosa más importante que hice en términos de interceder por mi hijo fue crear una red de apoyo. Me sentí muy sola cuando a mis hijos se les hizo el diagnóstico por primera vez.

Saqué tiempo para hablar a otros padres en encuentros locales, en Internet y en la escuela que entendieron algunos de los asuntos que mi familia y yo estábamos enfrentando.

Saber que se tiene a alguien que comprende bien los desafíos que uno enfrenta día a día, ciertamente puede mantener la integridad personal en momentos de necesidad.

A medida que su hijo se hace mayor, es imperativo extender la red de apoyo al sistema escolar. Aprender a actuar en equipo crea mejores oportunidades y perspectivas más prometedoras para el futuro.

5. Aprenda a Reconocer el Progreso.

Yo le tenía terror a llevar mis hijos a las evaluaciones médicas. Cada vez me parecía que había ciertos comportamientos que mi hijo presentaba en casa ante mí pero no durante la evaluación.

Finalmente me di cuenta de que una evaluación médica es como tomar una fotografía. Se trataba de una instantánea en un momento determinado durante el cual mi hijo podía o no ejecutar ciertas tareas o actividades, y eso, decidí, está bien así.

Considere las primeras evaluaciones de su hijo como un punto de comienzo. Un año después, cuando su hijo sea evaluado de nuevo, no se concentre en los meses de retraso que tiene.

En cambio, mida su crecimiento real en relación con los logros del año anterior y calcule los meses que pasaron y los meses de crecimiento que hubo. Cuando miraba las evaluaciones de mi hijo en términos de su crecimiento personal, a menudo encontraba que habían pasado seis meses, y había tenido seis meses de crecimiento!

Quizás las evaluaciones muestren que aún tiene un año de retraso, pero está creciendo a una tasa comparable con la de sus compañeros normales. Otra forma de ver el progreso es llevar un diario. Cuando lo relea, se sorprenderá con el progreso que ha hecho su hijo.

6. Ensaye Una Intervención a la Vez.

Hay muchos métodos diferentes, potencialmente efectivos, de intervención para el autismo, así como muchos otros métodos bastante oscuros. Yo aprendí que lo primero que uno hace es obedecer a su corazón.

Recuerde, nadie conoce a su hijo mejor que usted. Cuando se le presente algún modelo de intervención, considere si tiene sentido para usted. Si decide utilizarlo, entonces hágalo con entusiasmo.

Es difícil medir el progreso con exactitud si se usan varios métodos a la vez. Decídase por un camino y sígalo con la convicción de que lo reevaluará en un tiempo determinado, y entonces decidirá si lo continúa o si ensaya algo distinto.

No sugiero que usted no pueda seguir dos terapias, o modelos simultáneos; sólo que comience con uno a la vez, de tal manera que pueda juzgar con precisión la efectividad del método y si se acomoda a las necesidades de su hijo.

7. Haga a un Lado el Microscopio y Aliente a Otros a Hacer lo Mismo.

Su hijo probablemente tiene habilidades particulares como todos los demás en el mundo. Decídase a no mirar a su hijo con un microscopio y aliente a los demás a hacer lo mismo.

El parámetro no debería ser mayor para su hijo con una discapacidad que para sus compañeros con un desarrollo normal. Está bien si "sólo" hace algo bien la mayor parte del tiempo. Nadie es perfecto.

8. Pida Ayuda Cuando la Necesite.

Algunas personas se niegan a pedir ayuda porque esto los hace sentir como si fueran incapaces de ayudarse a sí mismos. Los niños con discapacidades pueden ejercer un gran impacto sobre una familia.

Usted, sin saberlo, puede estar compensando las limitaciones de su hijo, lo cual le quita tiempo para su esposo, para sus otros hijos, y más importante, para usted misma.

Nadie es capaz de manejar todo. No hay castigo por pedir ayuda. Recuerde que usted estará con su hijo durante muchos años, y que necesita tener resistencia.

9. Eduque a Quienes Están a su Alrededor.

La gente le suele temer a lo que no comprende. Pienso que "saber" nunca es tan atemorizador como "no saber". Mientras más ayudo a educar a mis vecinos, propietarios de almacenes, directores de programas, directores de escuela, maestros, amigos y parientes, encuentro menos gente que le teme al autismo y a mis hijos.

Contribuyo a cerrar la brecha acogiendo a amigos y familiares en mi casa, y ayudándoles a comprender a mis hijos. Tómese tiempo para explicar a otros por qué su hijo/a hace las cosas de manera diferente.

Recuerde que cada uno de nosotros es único, bello a su manera, y que nuestros niños no son una excepción.

10. Tómese Días de Descanso.

Quizás una de las cosas más difíciles que he aprendido es a tomar días de descanso, lejos del autismo. Tómese tiempo para usted, para salir de casa y hacer algo relajante.

Nadar, caminar, hacer que le arreglen las uñas, comerciar con las amigas, ver una película cualquier cosa que le dé alivio mental. Su propia resistencia es crítica para el éxito de su hijo, así que cuídese bien.

Planee momentos regulares para salir con su esposo, y con sus otros hijos también. Mantenga presente que usted tiene tiempo suficiente.

Si su hijo tiene autismo hoy, aún lo tendrá mañana. Usted no tiene que hacer todo hoy!
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Jazmín |Copyright © 2011



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