Autor: Luis Fernández Castejón
Un cuento muy aleccionador de cómo las personas pueden causar un gran daño a las personas con capacidades diferentes.
Me llamo Pedro y soy tartamudo. Soy muchas más cosas que tartamudo, pero empiezo así mi historia porque poder decir esto así: soy tartamudo, con la cabeza bien alta, sin miedo ni vergüenza, es algo que no hice nunca.
Desde pequeño escuché a la gente hablar sin parar, sin pensar casi lo que decían, con total naturalidad articulando sílaba tras sílaba, palabras, frases, preguntas, respuestas… trenes de palabras interminables que pasaban veloces como pasan los trenes por los aldeas pequeñas sin parar en la estación.
Yo, sin embargo, yo, siendo uno más, tan niño como todos los niños, igual a ellos en todo lo demás, de su misma especie y cultura, yo, en muchas ocasiones soy incapaz de decir mi propio nombre: Pedro.
Cinco letras, cinco sonidos que todos podéis decir en un segundo para mí son, a veces, un muro alto y difícil de superar.
Y es que mi habla, como vais a ver en esta historia, a veces hace ¡plas! contra el muro, como cuando tiramos una bola de barro mojado o un globo de agua contra una pared.
La p se me pega en los labios con fuerza como queriendo quedarse allí y luego sale intermitentemente, a sacudidas, pepepe, para terminar patinando en la última e, pepepeee, con el dro no hay problema. Esto me pasa al decir mi nombre pero en otras situaciones que os iré contando también repito sílabas, me paro y hago más cosas con mi boca y con mi cuerpo cuando hablo.
Así es como tartamudeo yo, pero otras personas que conocí lo hacen de maneras diferentes, cada tartamudo tiene su propio estilo: unos repiten más sílabas, otros menos, otros se paran mucho tiempo entre sílaba y sílaba,…
En la tele, desde muy pequeño, he visto a algunos humoristas que lo hacían como yo y la gente se reía a carcajada limpia. Nunca entendí esas risas y sigo sin entenderlas.
Lo que para mí era una gran dificultad, para humoristas, directores de cine y público en general era motivo de risa.
Además, en las películas, los tartamudos siempre salen como medio idiotas, nerviosos, cobardes, problemáticos, se les caen las cosas, son torpes, feos…nunca he visto en una película a un tartamudo protagonista, valiente, conquistador…
Os imagináis a Tarzán, a Batman o a Spiderman tartamudos, tartamudos de principio a fin de la película, no tartamudos antes de convertirse en héroes, tartamudos como un rasgo más de su personalidad excepcional, de sus poderes mágicos para saltar de rama en rama o de edificio a edificio. Si esto fuese así, seguro que mis compañeros, mis profesores, mis padres me hubiesen visto de otra forma.
A mi padre nunca le hizo gracia la tartamudez de los cómicos porque la veía por mis ojos y no sabía como borrarla de mi boca. Lo terrible no era que yo fuera a ser tartamudo sino que iba a ser estúpido, medio idiota, débil…como esos personajes de cine. A mi madre la oí llorar alguna vez por mi tartamudez.
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14 comentarios:
Hola Mariagloria, este cuento me ha recordado que el pediatra de mi primera hija era un poco tartamudo, aún así era el más solicitado de la ciudad, pues tanto en los diagnósticos como en los tratamientos, y el trato era el mejor. Un beso para ti y para Jazmín.
Sí que en la tele se resaltan como graciosos trastornos de comunicación, realmente una se sorprende. Nos falta mucho como sociedades, ojalá tomemos conciencia día a día.
Una de mis hijas tuvo un compañero con tartamudéz, lo defendían de los maestros y profesores, pasar al frente a leer :(
Es un joven muy inteligente, amoroso, se ha ido tratando y resuelto el problema.
Besitos a mi florcita, abrazos!
Una de mis compañeras de trabajo és tartamuda y si te digo la verdad,mira que hablo cada dia con ella y ya ni me doy cuenta,creo que nadie en el trabajo nos damos cuenta,nos hemos acostumbrado a hablar con ella y no nos paramos ni a pensarlo,lo vemos con total naturalidad y ...si te soy sincera,llevamos 15 años trabajando juntas y rara vez he pensado en eso,és una chica muy maja y se lleva genial con todo el mundo.
Un beso MariaGloria.
Qué lindo lo que contás Maria Pilar sirve como ejemplo para muchas personas asi , besos
Asi mismo es Graciela casi todas las personas que hacen chistes en un momento hablan como tartamudos y es la risa de todos no tanto por lo que dice sino por la forma de hablar , lastimnosamente le falta mucho a la sociedad aprender, besitos
Ojalá existan en la sociedad personas asi que comprendan porque leyendo este cuento es impresionante como se siente una persona con una capacidad diferente y qué lindo sería que aquel que se ríe se ponga 5 minutos en el zapato de aquel que la sufre, a la sociedad le falta mucho aprender todavia, muchos besitos
Un tio mio y un sobrino tambien fueron tartamudos. digo fueron porque con tratamiento pudieron hacerlo casi desaparecer. Mi sobrino se ponia muy nervioso cuando queria decir algo y no podia arrancar. Pero hay que contenerlos y hacer que se relajen...
Es triste pensar que alguien se puede reir de la dificultad de otro, no?
Creo que este mundo precipitado nos está llevando a esto...a no importar como el otro se siente con nuestras acciones.
beso grande para vos y jaz!
Sí Eugenia dicen que con tratamiento se curan o por lo menos mejoran y me imagino que al ponerse uno nervioso se acentúa más, muchos besitos y gracias por pasar
Yo tuve un amigo tartamudo en la universidad y si bien nunca le dije nada que le pudiera hacer sentir mal, debo confesar que a veces me rei de las nromas que le hacian sus amigos más cercanos y hoy pensando en todo lo que debe haber pasado me da mucha verguenza. Creo que hemos avnazado en algo en el respeto de las personas que son diferentes pero no tanto como quisieramos.
Cariños,
Rosio
Es por eso Rosio que tenemos que procurar concientizar mas a las ´personas sobre las distintas discapacidades, besitos
Hola Maria Gloria, te felicito por el post. Muy interesante y completo en su contenido.
Gracias por tu visita y comentario.
Te dejo un afectuoso saludo y te deseo una linda semana.
hola, me gusto leer este articulo, es una gran verdad todo lo que "pedro" relata... por suerte, en mi caso, nunca he recibido burlas (creo que una vez a lo largo de estos 17 años), pienso que tuve muuucha suerte de rodearme con personas grandiosas. en cuanto a las burlas por tv, me causan gracia pero aun asi duelen. Creo que todas las personas tartamudas pueden superarlo, lleva su tiempo, no es facil, primero hay que arreglar el daño psicologico y despues lo fluido biene de la mano... Tengo 17 años y todavia me cuiesta un poco (poquiiitito) hablar fluido, pero dia a dia me supero!(:
te dejo mi blog, no se trata sobre esta dificultad.. lo uso para expresarme mas que nada. un beeso enorme! Maar
seviveunavez.hazblog.com
Un cuento que dice muchas verdades y sobretodo, como nos sentimos los tartamudos. Se me han caido dos lagrimas... Tengo 24 años y soy tartamudo y espero que algun dia pueda hablar sin pensar antes dos veces lo que voy a decir y aun asi tartamudear...
Gabriel como siento la incomprension de las personas seguro que no ha de ser nada facility, fuerza y gracias por escribir
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